Jerónimo Calle Serna
Actualizado: 25 mar 2021
Una de las formas más bonitas en las que se puede percibir el amor es viendo como una persona se puede llegar a derretir tanto por otra, que le da un cambio de 180º grados a su vida y a su facilidad de transporte para verle, y disfrutar de esos ojos mirar a través de una ventana.
Me gusta ver tus ojos
cuando están perdidos en la carretera
o me miran y brillan
y lo mejor es cuando me guiñan.
Todo inició una tarde de primavera, el amante que por error tuvo que tomar un bus, algo a lo que siempre le huyó y evitó, conoció a su amado, y para él fue amor a primera vista, una señal fuerte y contundente que puede haber en el amor es cuando se siente una conexión desde el primer momento.
La primera vez que te vi
Te quedaste enganchado en mi
como un arete en una oreja
o como a una flor una abeja.
El amado, no por su condición social, sino por practicidad, sencillez, y cuidado del medio ambiente, prefiere usar para sus desplazamientos el sistema de transporte público, específicamente el bus. El amante fascinado por tanta simplicidad y belleza decidió dejar a un lado las opciones privadas, e irse por la pública para ver ese retrato con el que tanto soñaba en las noches de su amado en el bus al lado de una ventana. Uno de los gestos más lindos que tiene el amor es poder imaginarte cuando estas dormida un mundo espectacular junto a esa persona que te hace muy feliz.
Me encanta detallar tu pelo
cuando el viento entra por tu ventana
amo como tus cabellos se entrelazan
que me hacen querer verlos también mañana.
El amante siempre desconfió de este medio de transporte, a veces sentía que le podían hurtar sus pertenencias o sobrepasarse con su cuerpo; pero al estar cerca de su amado siempre le generó confianza y se le olvidaron todas estas cosas a las que le temía. La confianza y la seguridad son factores de vital importancia cuando hay amor entre dos personas; y cuando estas están, hay señal de verdadero amor.
A pesar de la incomodidad
reposar mi cuerpo junto al tuyo
me da serenidad
y de tu lado nunca huyó.