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CCB PLANET

Durante los últimos años, el calentamiento global y la contaminación han preocupado al mundo entero. Los efectos de este fenómeno son cada vez más fuertes y preocupantes. Sin embargo, con el confinamiento obligatorio no solo se previnieron casos de COVID-19, sino que también los ecosistemas de todo el mundo descansaron de los humanos y de toda la contaminación. Por ejemplo, en China, los niveles de contaminación del aire bajaron como nunca antes se había visto. En Venecia, los canales se limpiaron y volvió la vida a ellos. En Barcelona, los niveles de contaminación bajaron drásticamente, y esto solo por dar algunos ejemplos.

Alrededor del mundo los diversos ecosistemas volvieron a la vida, las playas se limpiaron, las plantas crecieron y los animales pudieron volver a caminar tranquilos. Colombia no fue la excepción. En Medellín, los niveles de contaminación del aire que habían estado elevados los últimos meses bajaron y los ciudadanos pudieron volver a respirar aire puro desde sus casas. En las playas de Santa Marta, las aguas se vieron más limpias y los animales marinos como los delfines reaparecieron en lugares en los que no se veían hace años. Además, diferentes especies de animales que corren peligro por el hombre volvieron a aparecer en diferentes zonas del país.

Cuando la cuarentena obligatoria termine y todos podamos salir a las calles, debemos ser más conscientes de cuánto hemos dañado a nuestro único hábitat, el planeta Tierra. Después de todo lo que hemos vivido estos días no podemos seguir actuando como lo hemos hecho por años, debemos darle un giro radical a nuestro comportamiento para entender que la naturaleza merece más respeto y cuidado. Todavía podemos cambiar el rumbo de nuestro planeta y mejorar las condiciones climáticas futuras. ¡Está en nuestras manos!


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